viernes, 3 de octubre de 2008

Microcuento:

Un día, hace ya bastante tiempo, había un grupo de niños en un parque cuando al volver a su gran casa uno de los chicos, le pide a sus padres un perro ya que su amigo tenía uno y él no iba a ser menos. Al día siguiente el niño se despierta por los lametones de un precioso cachorro, el niño consentido va creciendo con el perro muy contento hasta que un día se da cuenta de que ya no era ese cachorro tan precioso y caro que le habían regalado, como si fuese un objeto mas, el chico se cansa del pobrecito animal el cual quería mucho a su dueño y un día al pasearlo, lo abandona, y de esta forma vuelve a casa diciendo a sus padres con lágrimas en los ojos que se le había escapado. Los padres, que siempre le daban a su hijo todas las comodidades que pedía le dijeron que no se preocupara, que ya le comprarían otro. Mientras tanto el perro es atrapado por los de la perrera y de verse en un escaparate se ve en una jaula, pasaron muchos días y él seguía allí, de pronto escucha que la puerta de aquel horrible sitio donde habían mas animales víctimas de un capricho de niños consentidos, un niño junto a su padre vienen buscando a un buen perro para poderlo sacar de allí y para cuidarlo. El perro viejo, pensando que ya no servía para nada perdió toda esperanza de salir de allí y también acabó generalizando demasiado a las personas, de pronto ve que aquel niño lo había elegido a él. El animal ya anciano aprendió a diferenciar a las personas, y al menos vivió sus últimos días en aquella humilde familia que le daba mas cariño que el que le pudiese haber dado aquel chico. Quizá no tenían una casa tan grande pero tampoco tenían tanta prepotencia.

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